domingo, 20 de noviembre de 2011

Jornada electoral: Ejercemos

De las once flores del convento, dos no han acudido a las urnas, dos han votado por correo, tres se han aventurado a llegar hasta las urnas a cara descubierta y otras cuatro votamos desde el coche. Éramos sor Amor, sor Alicia (la de las galletas de la virgen María), sor Casta y servidora. Nos han sacado en la tele y todo a las cuatro cuando el presidente de la mesa electoral se ha acercado hasta el coche, escoltado por la policía, y nos ha tomado los votos, uno a uno. No los de castidad, que esos no los llevábamos encima -excepto sor Casta- ni venían a cuento, sino los de las elecciones del día de hoy al Congreso y al Senado.

No es que llevemos tan a rajatabla lo de la clausura o que nos neguemos rotundamente a que nos vean las caras o se fijen en nuestro bamboleo de caderas, es que -por más que los medios hayan disfrazado la noticia con motivos religiosos o de edad- lo que ha ocurrido de verdad ha sido que la policía no ha dejado salir del coche a sor Casta, creemos que debido a las características de su hábito (en la foto no se ve entero, pero es que por abajo es mu fuerte, Mari) y las demás nos hemos solidarizado con ella y tampoco hemos querido salir. "¡Todas somos sor Casta, que vengan a tomarnos los votos!", dijimos. Nuestro deseo se hizo orden y nuestra orden se hizo voto. Amén.

Durante el día de ayer, incluida parte de la noche, haciendo uso de nuestro derecho a reflexionar, sor Alicia, sor Amor y yo reflexionamos juntas y más bien parecíamos tertulianas de La Noria que serenas y bien avenidas hermanas de la O.D.L. (Orden de Lesbos) a decir de los gritos que nos dábamos cuando unas a otras nos intentábamos convencer de a qué partido votar, a cuál no votar, sobre si abstenernos o votar nulo. Por una-nimiedad llegamos a un acuerdo: no votar a ningún partido que fehacientemente se haya manifestado en contra de los derechos de nuestra Orden. Por lo demás, y para abandonarnos al sueño en paz con nosotras mismas y con las demás, decidimos dejar que cada cual hiciera de su capa un sayo.

Os dejo, que nos vamos todas -menos sor Casta- al refectorio a jugar al bingo electoral mientras asamos unas morcillas de Burgos en la chimenea.

9 comentarios:

María dijo...

Ja, ja, ja... Me hubiese gustado veros votar desde el coche... Mañana será un día terrible.

sor Ella dijo...

* María, ¿lo de mañana lo dices por las morcillas de esta noche? :)

María dijo...

No precisamente...

Anónimo dijo...

Hoy es ya un día para rasgarse las vestiduras...
¡quediosnospilleconfesadashermanas!

Juli Gan dijo...

Otras monjitas, que cuidan ancianos, les van dando sobrecicos con el logo de las gavioticas. Yo he votado una loncha de chopped, porque a la hora del recuento ya hace hambre...

chris dijo...

Después de ver para lo que han servido las elecciones me quedo con lo de las morcillas...habrá sido lo más provechoso del día!!

Como dice la Repo, que dios nos pille confesadas y que las diiosas nos acojan en su regazo estos próximos 4 años.

Ummm...estoy pensando en hacer los votos y meterme en el convento. Hay hueco para más?

Un abrazo!!

Siempre suya dijo...

Yo me quiero aislar de este mundo, así que igual pido una hipoteca al banco y os pillo una celdica de esas. Lo malo es lo de la dación en pago. La verdad no me imagino a Botín en el convento. Igual su hija Paloma se anima....

Qué miedo lo que nos espera...

Mármara dijo...

Genial idea, la del bingo electoral, de haberlo sabido me hubiera apuntado aportando, eso sí, unos choricinos a la sidra, que es como mejor están los chorizos.
Cada día me gusta más este convento.

Marcela dijo...

chicas, después de los resultados el convento aun es más atractivo, haced sitioooooooo.